Marco Polo y John Hawkins habían hecho relatos de personas tatuadas anteriormente, pero no tan relevantes.
Tras un viaje por el Pacífico y una visita al Tahití, el Capitán James Cook (navegante y explorador inglés) en compañía de Joseph Banks relata como la gente de este lugar pintaba de forma permanente su cuerpo y despierta gran interés acerca de este arte corporal en Inglaterra.
Cook también transcribe la palabra polinesia tatau, que significa “golpear” o “remarcar” a su idioma natal por primera vez, utilizando el término tattow, que posteriormente fue cambiado a tattoo. La palabra inglesa se traduce al francés como tatouage, que luego llega al idioma español como tatuaje.