De entre ellos, se encuentran criaturas con forma humana o animal, espectros, monstruos, fenómenos naturales personificados, dioses que han perdido su condición divina, objetos con espíritu, etc.
Es importante destacar que lo que entendemos por “fantasma o alma desencarnada” no es considerado yokai.
No todos son malignos y violentos. Muchos de ellos traen fortuna, ayudan a la gente o juegan con los niños.