Irezumi es el término japonés para “insertar tinta” bajo la piel de forma decorativa y permanente.
Posiblemente los japoneses se tatúen desde el período paleolítico. Hay registros procedentes de China desde el período Yayoi (300 a. C.-300 d. C.) de tatuajes con motivos espirituales o referentes al status social.
Posteriormente, durante siglos en Japón esta palabra tuvo una connotación negativa por ser utilizada como forma de castigo para los presos o para identificar personas de bajo rango social. Por esto, era rechazada por los tatuadores para definir su trabajo.
Durante el período Edo (1600-1868) el tatuaje empezó a desarrollarse. Concretamente con el aumento de la popularidad de los grabados, cuando el género ukiyo-e alcanzó su máxima expresión. Los tatuadores han empezado a usar como referencia estas impresiones hechas con planchas de madera talladas, y el tatuaje se transformó en una forma de arte más elaborada. El estilo adoptado entonces perdura hasta hoy.
Actualmente, la palabra irezumi se utiliza para referirse a cualquier tipo de tatuaje japonés..